El narcotráfico asesina a América Latina


En la década de los noventa el narcotráfico comenzó a ser un tema de gran relevancia en los ámbitos político y social de los países de América Latina. Actualmente, el narcotráfico se percibe como una amenaza ya que, dejando a un lado el campo delictivo, afecta a todos los sectores políticos, económicos, sociales y culturales del estado. El narcotráfico siempre necesita acabar con cualquier marco legal, social y moral de los países donde se establece y opera, mediante métodos de disuasión, extorsión y acciones violentas. La seguridad, a día de hoy, va asociada al intervencionismo de corte militar en las zonas más conflictivas.

Muertes por el narcotráico

La narcocultura se ha convertido en paradigma de acumulación de riqueza y poder. A día de hoy, resulta imposible crear alternativas solidarias que resuelvan los diversos problemas que aquejan a países latinoamericanos debido a la competencia e individualismo que caracteriza la narcocultura. Ha influido notablemente en el folklore y grupos norteños, como “Los Tigres del Norte” o “Tucanes de Tijuana”, que cantaban a la alegría, ahora alzan la voz por las personas que son asesinadas.

En la mayoría de los países pertenecientes a América Latina las tasas de delincuencia aumentaron seis veces en los años noventa, convirtiendo algunos de ellos en los países más peligrosos del mundo. Un ejemplo de esta situación fueron los hechos acaecidos en Brasil, en mayo de 2006. Cinco días de ataques, en el estado de Sao Paulo, contra fuerzas de seguridad y motines en las cárceles dejaron 272 muertes (entre ellos 92 policías).

En Centromérica y el Caribe la situación no es diferente respecto de Sudamérica. La carencia de control por parte de las autoridades, combinado con la presencia de las maras dificulta la lucha contra el narcotráfico. Las maras son grupos delictivos juveniles cuyo nombre deriva  de “marabunta” (una enorme plaga de hormigas que acaba con todo lo que encuentra a su paso). En Honduras, en diciembre de 2004, la “Mara Salvatrucha” incendió un bus público en la ciudad de Chamalecón. El balance de 28 fallecidos fue un mensaje al gobierno nacional para que terminara la ofensiva contra los miembros de dicha asociación.

Los soldados protegen las calles de México

La respuesta de los países afectados por narcotráfico siempre ha sido de enfrentamiento y uso de la fuerza a través de programas nacionales. Algunos de ellos son, el “Plan Escoba” en Guatemala, “Mano Dura” en El Salvador y “Libertad Azul” en Honduras. La fuerza militar y policial empleada por los gobiernos latinoamericanos para aplacar el conflicto han eclipsado y dejado a un lado las medidas preventivas y de inserción social.

Los casos colombiano (donde en Colombia nacieron los cárteles) y mexicano son paradigmáticos por el nacimiento de narco-estados. A día de hoy, la situación más preocupante se encuentra en México, donde el tráfico de sustancias ilegales hacia Estados Unidos ha convertido Ciudad Juárez en la ciudad más peligrosa del mundo con un balance diario de entre seis y 27 asesinados. El presidente Calderón unificó bajo un solo mando las fuerzas federaes encargadas de combatir el narcotráfico, con el objetivo de evitar que el país continúe siendo rehén de la delincuencia organizada.

narco

El problema continuará en todos los países afectados por el narcotráfico siempre y cuando no evolucionen los motivos que lo originan. En primer lugar, se trata de un fenómeno económico que responde a una lógica de producción-consumo. Es una de las actividades más rentables del mundo, si no la más. Estados Unidos es el mercado nacional de consumo de drogas más grande del mundo y, por consiguiente, el blanco principal del “narcoexportador” latino.  Es el país donde se vende la mayor parte de su “gallo” (marihuana), su “perico”(cocaína) y su “chiva” (heroína).

Por otro lado, el narcotráfico no se vencerá si continúan las carencias en educación y cultura, factor que evita que los niños del hoy sean los sicarios del mañana.

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